En la reciente edición de San Juan Moda «Lujo Silencioso», el joven diseñador puertorriqueño Wilberto Pérez presentó la colección “Kilnbloom SS26”, propuesta que debutó previamente en Nueva York y que reafirma su visión conceptual dentro del diseño contemporáneo. Esta es la tercera entrega de una serie inspirada en los elementos, y en esta ocasión, Pérez decidió explorar el fuego desde una perspectiva inesperada.
“Me tocaba el fuego y no quería que fuera el clásico rojo”, explicó el diseñador. Su búsqueda lo llevó al mundo del “kiln”, el horno donde el vidrio se derrite y renace bajo temperaturas intensas donde el azul es mas poderoso. De ese proceso nace el concepto que da vida a la colección: fuego que transforma, que crea, que florece. En pasarela, esa metáfora tomó forma a través de detalles florales fusionados con siluetas limpias y contemporáneas.
La colección representó un reto personal. Pérez, conocido por una paleta contenida y una estética minimalista, decidió romper sus propias reglas. “No suelo trabajar con una gran variedad de tonos ni con telas consideradas ‘girly’, pero quise retarme y crear una nueva versión de Wilberto Pérez”, confesó. El resultado fue un contraste armónico: organza, tafetán y crepé en gamas de azules y rosados, texturas ligeras y femeninas que aportaron movimiento sin abandonar la precisión técnica de su firma.
Para el diseñador, su evolución responde a una transformación más amplia: la de la moda en Puerto Rico. “La juventud está bien envuelta en la moda y por eso siempre trato de evolucionar en mis presentaciones, para captar la atención de los jóvenes y también inspirar conexiones más creativas”, afirmó.
“Kilnbloom SS26” confirma que el talento emergente puertorriqueño no teme reinventarse. Con estética refinada, identidad clara y discurso conceptual, Wilberto Pérez continúa construyendo una narrativa propia: fuego convertido en arte, inspiración convertida en forma, moda que florece sin perder fuerza.
Auspicio de cobertura por WellaPuertoRico
