
El tercer día del Puerto Rico Fashion Week 2025, edición Modaland, brilló con una propuesta cargada de identidad y sofisticación. El diseñador Edd Aponte presentó “Mi Isla”, una colección que se alzó como homenaje a la esencia del Caribe: sus colores, texturas y la energía vibrante que lo define.
Con una fusión exquisita de algodón, lino y seda, entretejida con destellos de lentejuelas, bordados y cristales, Aponte mostró su maestría en equilibrar lo natural y lo glamuroso. La paleta cromática—blancos puros, beige cálidos, naranjas solares y azules oceánicos—pintó en la pasarela un retrato vivo de la riqueza caribeña.
Diseñada para ambos sexos, la colección destacó piezas para el hombre moderno y atrevido, que no teme lucir propuestas llamativas y coloridas cargadas de estilo. Los vestidos femeninos se presentaron en una gama versátil que iba desde lo juvenil y sensual hasta diseños con telas fluidas y gran movimiento, siempre manteniendo una estética elegante y femenina.
Las siluetas oscilaron entre la precisión arquitectónica y la fluidez etérea, logrando un contraste que evocaba tanto la fuerza como el movimiento del mar y del viento tropical. En cada salida, el dramatismo se entrelazaba con la ligereza, componiendo un ritmo visual que invitaba a la celebración.
Pero “Mi Isla” fue más que moda: fue un manifiesto de unión y diversidad cultural. Una invitación a imaginar un Caribe sin fronteras, donde la belleza surge del encuentro de tradiciones y miradas. “Cuando bailamos juntos al ritmo del tambor caribeño, todos somos uno”, dejó claro el diseñador, cerrando su desfile con un aire de orgullo y pertenencia compartida.
Auspicio de cobertura por WellaPuertoRico