En lo que supone la mayor innovación en sus 57 años de historia, la muñeca Barbie, la más vendida del mundo, cambia de talla. También de color de piel, de pelo y de altura. A la icónica figura de mujer rubia con cintura de avispa se le suman, a partir de ahora, tres nuevas siluetas: Alta, pequeña y, con curvas.
Evelyn Mazzocco, Vicepresidenta Senior y Global General Manager de Barbie ha declarado: «Estamos entusiasmados con esta evolución; las nuevas muñecas representan una línea que refleja mejor el mundo que las niñas ven a su alrededor y les permite encontrar una muñeca con la que identificarse».
«Como marca somos responsables de mostrar una idea más amplia de la belleza a niñas y padres», afirmó Mazzocco.
«Durante más de 55 años Barbie ha sido un icono global y cultural y una fuente de inspiración e imaginación para millones de niñas en todo del mundo,» ha dicho Richard Dickson, Presidente y Jefe de Operaciones de Mattel. Y ha argumentado sobre los nuevos cuerpos de Barbie que la muñeca «siempre ha reflejado el mundo que las niñas ven a su alrededor. Su habilidad para evolucionar y crecer con el paso del tiempo».
Las nuevas muñecas estarán disponibles en Estados Unidos a partir del 28 de enero y, dentro de poco, a través de Amazon para todo el mundo. Eso a través de la web. Mientras que en tiendas se pondrá a la venta a lo largo de marzo de 2016.
Apuesta todo a las nueva Barbie
Esta jugada arriesgada de Mattel se debe a una gran crisis que atraviesa la Barbie en los últimos años. La marca genera anualmente mil millones de dólares en ventas en más de 150 países y el 92% de niñas estadounidenses de entre 3 y 12 años ha tenido una Barbie, en parte debido a los precios accesibles en Estados Unidos. Pero las ventas de esta muñeca cayeron un 20% del 2012 al 2014 y en 2015 cayeron aún más. Una línea de juguetes femeninos de la empresa Lego destronó a Mattel y la posicionó como la compañía más grande de juguetes en el mundo en 2014. Luego, como si fuera poco, Hasbro derrotó a la mítica muñeca con el lanzamiento de Elsa –la protagonista de la película Frozen– y generó pérdidas de aproximadamente 500 millones de dólares a los productores de la Barbie.
