Comprar bolsos y prendas falsificadas en Chinatown podría ser delito
Impondrían multas de mil dólares y hasta un año de cárcel
Caminar por el icónico Barrio Chino de Nueva York y comprar en uno de sus callejones una versión falsificada de un bolso Gucci o de un reloj Rolex, muy pronto podría convertirse en un delito que sería sancionado con multas de mil dólares y hasta un año de cárcel. Se trata del más reciente intento de las autoridades de la Gran Manzana para combatir la piratería y venta ilegal de objetos falsificados, que ahora busca sancionar también a los clientes que consumen esos productos. Hasta ahora, las medidas implementadas por la Ciudad de Nueva York castigaban a los vendedores de productos pirateados con multas, la confiscación inmediata de sus artículos, y en algunos casos, sentencias en prisión.
Sin embargo, la concejal municipal Margaret Chin presentó esta semana una propuesta de ley que, de ser aprobada este jueves, multaría a los compradores de productos pirateados mil dólares por artículo y podría castigarlos con hasta un año de cárcel.
«No queremos que se conozca Nueva York como el sitio para comprar bienes falsificados», explicó Chin, en entrevista con el diario New York Post. La funcionaria argumentó que el dinero que ganan los falsificadores «sirve a menudo para financiar actividades terroristas o el trabajo infantil», señala el rotativo.
«Es un gran problema», puntualizó Chin, que añadió que «la gente sigue comprando y esta industria creciendo, y necesitamos frenar la demanda», afirmó la concejal, que pertenece al distrito de Chinatown, la zona de Nueva York donde más se venden este tipo de falsificaciones.
Los cierto es que mientras que los bolsos o prendas originales pueden llegar a costar miles de dólares, las falsificaciones -a veces muy fieles-, se venden en diversas tiendas de la ciudad por menos de $100 dólares. Y si bien la venta de objetos pirateados es claramente una violación a las leyes de marcas registradas, son pocos los que simpatizan con las empresas que venden artículos originales -a veces a precios inaccesibles por la mayoría- y cuyos productos están siendo falsificados para ser vendidos en la calle.
«No apoyo el trabajo infantil ni el respaldo a terrorista, pero sí quiero comprar artículos falsificados, ese es mi problema», expresó en entrevistada al New York Times Cabrina Whitam, una residente de Nueva Jersey que asegura haber ido de compras al Barrio Chino.
Según Whitam, multar a una persona mil dólares por comprar un reloj o bolso falsificado es simplemente excesivo.
No obstante, una profesora de leyes proporcionó un punto de vista diferente: Compradores en Francia e Italia pueden ser multados hasta $1,500 dólares por comprar un bolso falsificado, apuntó Susan Scafidi, quien dirige el Instituto de Leyes de Modas en la Universidad de Fordham.
«La gente no ha dejado de ir de compras a Paris», destacó Scafidi al New York Post, en respuesta a los oscuros pronósticos de algunos de que si se aprueba la propuesta de Chin, la industria turística de Nueva York se vería afectada económicamente.
Chin, por su parte, considera que aprobar su plan es «necesario para frenar el problema» de la piratería, pues hasta ahora, la mayoría de medidas contra las imitaciones se habían centrado en los fabricantes o distribuidores.
Según el rotativo, varios concejales neoyorquinos han apoyado la ley, que si se aprueba el jueves, supondrá también que se coloquen carteles por la zona advirtiendo acerca de la nueva normativa.
La propuesta señala además que la policía solamente podrá actuar si descubre a una persona comprando el producto falsificado, no si lo luce por la calle, aunque los agentes que ya han estado en contacto con la venta de imitaciones reconocieron al periódico que la ley sería «complicada» de aplicar.
Por su parte, algunos comerciantes del barrio de Chinatown que no venden falsificaciones se mostraron satisfechos por la propuesta, aunque si ésta se aprueba diversas tiendas de la zona, también las que venden productos legítimos, podrían perder clientes.
Fuente: Univision NY